Salte la navegación

A veces con cumplir, no basta.
Hay que sentir el momento,
soplar las velas.

Vivir la fecha,
pensar deseos,
fijar tus metas.

Quemar la vida.

Y avivar el fuego día tras día.
Que de incendios los años van repletos
arrasando esta existencia que es caduca,
temporal e indefinida.

Y así pasan los años,
sumando experiencias,
sueños, fantasías…
con la sensación continua de viajar a la deriva.

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